La tercera de las obras creadas para el Centro Alminar nos atrajo especialmente desde un principio, ya que no sólo debíamos tratar un tema tan agradecido y hermoso como es la música sino que además, durante la representación, contaríamos con la inestimable colaboración de tres excelentes músicos que junto con su violín, violoncello y viola animarían y otorgarían un matiz especial a este montaje. El argumento, sencillo. Un malvado villano, Orfeón, obsesionado con hacerse con el poder del mundo, descubre que si es capaz de dominar la música y eliminarla de la faz de la Tierra, nadie podrá jamás detenerle, pues sin ella la gente se volverá triste, apática y fácilmente manipulable. Para llevar a cabo este plan contará con la desastrosa colaboración de su ayudante, Corcheo, un personaje bobalicón e inocente que sacará de sus casillas al pérfido antihéroe con sus ocurrencias y despiestes. Sólo una joven niña dinámica y amante de la música, Melody, será capaz de plantarle cara al vil Orfeón. Con la ayuda de su íntimo amigo Tono, descubrirán por qué la música está desapareciendo, quién es el artífice de ese caos e intentarán devolver a la gente el poder que tiene la música.
Toda la historia está salpicada de momentos cómicos, irónicos y divertidos que hicieron la delicia de los alumnos y profesores presentes.
No tenemos palabras para agradecer una vez más la colaboración de Dani, Rocío y Enrique de Animacción S.C.A., al igual que esta representación no hubiese sido igual sin las notas interpretadas magistralmente por Jesús, Slava y Paco y que recreaban canciones por todos conocidos como My heart will go on de Titanic, la BSO de La Pantera Rosa o la de Rocky.
Una experiencia única que esperamos repetir muy pronto.
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